Modelos que inspiran. Dra. Graciela Roko.

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La “Casa de la Cultura”, sede de la Secretaria de Cultura,Turismo, Educación y Juventud de la municipalidad de Basavilbaso, lleva como nombre Dra. Graciela Roko. Es probable que muchos vecinos, especialmente las nuevas generaciones, no sepan demasiado de ella. Graciela fue un faro de la cultura basavilbasense, por tal motivo le solicitamos a sus familiares directos, Evangelina Roko y Marcelo Melchior, una biografía para conocerla un poco más.

Nacida el 27 de febrero de 1937 en Basavilbaso, la Dra. Graciela del Carmen Roko fue una odontóloga de
reconocida participación en diferentes espacios culturales de su ciudad natal. Nieta de inmigrantes croatas e
italianos absorbió una mezcla de ciencia y cultura europeas que definieron su formación.

Su abuelo paterno, Antonio Roko, nació en Doli (Croacia) en 1845 y emigró a Argentina en 1867. En Concepción
del Uruguay instaló la farmacia “La Argentina”. Su padre, Antonio Isidoro Roko, nacido el 22/1/1898 trabajó como
bancario. Vivió en Basavilbaso donde desposó a Lucía Di Pasquo con la que tuvo tres hijas: Stella Maris(1928-
2019), Norah Marta (1932-2014) y Graciela del Carmen (1937-1999).

Su abuelo materno por su parte, Francisco Di Pasquo, provenía de Italia y se dedicó a la música. Vivió en
Diamante y en Gualeguay donde fue profesor de música de la Escuela Normal. Tuvo dos hijas, Lucía y Berta Di
Pasquo. Esta última estudió música en Bs.As. en el Conservatorio Williams con el compositor argentino Alberto
Williams. Ambas se mudaron a Basavilbaso donde Lucía fue maestra y directora muy querida de la Escuela Nº 9
Matías Zapiola. Berta Di Pasquo se casó con el Dr. Camilo Cerolini quien fue de los primeros directores del Hospital
Sagrado Corazón de Jesús desde 1944 y ella misma fue muchos años administradora de dicho hospital. Amaba
tocar su piano de cola Stainway que pudo comprar al construir su gran casa en Av. Urquiza y Podestá (que fue
declarada patrimonio arquitectónico de la ciudad por el municipio en 2009) . Daba conciertos dentro de la
provincia donde era muy solicitada. Fue profesora de música del Colegio Nacional Basavilbaso creando allí un coro
de excelente nivel y tuvo innumerables alumnos particulares.

En ese ambiente creció la niña Graciela a quien llamaban cariñosamente “Memeca” porque le decían que era
una muñeca y ella contestaba “Yo Memeca”. A pesar de nunca estudiar un instrumento musical como su
hermana Norah Roko, Graciela se deleitaba con las interpretaciones de su tía, a quien oía respetuosamente y en
silencio junto al piano. Así fue creciendo un cariño mutuo al punto que Doña Berta, que no tenía hijos propios, la
consideraba como tal. El 20/4/1948 fallece su tío Camilo Cerolini y el 2/10/1950 su madre Lucía Di Pasquo.
Graciela por entonces termina sus estudios primarios en Basavilbaso y comienza sus estudios secundarios en la
Escuela Normal Nacional Mixta de C. del Uruguay recibiendo el título de maestra normal en 1955. En la
Universidad de Bs.As. se gradúa en odontología el 3/9/1960 y se especializa en ortopedia maxilar en niños
(ortodoncia con aparatología movible). Tras un año en Capioví (29/11/60 a 31/1/1962), en la provincia de
Misiones donde debuta como profesional, y refugiándose a lo lejos y en soledad en la música clásica que conoció
de pequeña, decide volver a su Basavilbaso.

Su padre se casa en segundas nupcias con Ofelia Carulla y se muda con ella a Concepción del Uruguay. Al
quedar sola decide vivir con su tía Berta Di Pasquo que ya era viuda. Instala su consultorio particular donde
ejerciera su tío el 1/7/1962 a la vez que trabaja en el Hospital Sagrado Corazón de Jesús como odontóloga jefe de
clínica interina de 1962 a 1967 y odontóloga asistente desde 1968. Y en el Centro Asistencial Ferroviario como
odontóloga contratada de 1973 a 1980.
Bien entrada ya la década de 1960 e instalada en Basavilbaso Graciela comienza a relacionarse con gente de la
cultura y a tener una participación más activa. Integra Amigos de la Música como socia y la preside de 1968 a
1974 y como vice en 1987, la comisión de la Biblioteca Luz Obrera que preside de 1976 a 1979 y otra vez en 1985
y representa en congresos de bibliotecas populares y la comisión del Teatro Independiente Mascarada que
presidió en 1969.

En 1966 presidió la comisión “pro creación del monumento a la madre” hasta lograr el objetivo de inaugurarlo, creado y donado por el artista basavilbasense Carlos R. Chabeuff, en octubre de ese año. En un acto bajo una persistente llovizna, junto al intendente municipal de Basavilbaso Sr. Luis Romanín, hizo uso de
la palabra y luego se homenajeó a la madre de mayor edad que tenía 102 años, el párroco Lorenzetti bendijo el
monumento y actuó el Coro Magnificat de Miguel Bernik.

El 4/5/1971 fallece su padre en C. del U. El 6 /4/1974 también su tía Berta Di Pasquo. Graciela vuelve a quedar sola y
entonces dedica su tiempo a concretar la tarea inconclusa y anhelo de su tía: crear en Basavilbaso un conservatorio o
escuela de música que enseñara desde lo elemental a lo más complejo los fundamentos de la música, abordando
armonía y contrapunto para proporcionar buenas bases en composición e interpretación de cualquier instrumento
musical. La propia Berta tuvo muchos alumnos, y había otros profesores de guitarra y otros instrumentos, así como de
canto, pero ella notaba la carencia de un instituto integrador de todos ellos.

Desde la Asociación Amigos de la música ella bregó para tener una sucursal de la Escuela Municipal de Música de
Concepción del Uruguay (hoy dependiente de la UNER). Sucursal que se logró crear pero carente de recursos.
Inquieta e insistente Graciela Roko encontró eco en el recientemente designado intendente Contador José Luis
Giacchino quien en 1982 adoptó esa sucursal como Escuela Municipal de Música de Basavilbaso dando así comienzo a
esta institución local. El municipio se encargaba de pagar el sueldo de los profesores que venían mayormente de otras
localidades como Concepción del Uruguay. No había cargos rentados para manejar el funcionamiento de la escuela.
Fue coordinadora de la escuela desde 1987 hasta su muerte. Fue vicepresidente de la Comisión Municipal de Cultura
en 1981 y secretaria de Bellas artes de dicha comisión en 1984.
Pero un hecho aún más relevante la impactó en esos años. Graciela se conmovió ante una niñita desamparada en el
hospital Sagrado Corazón de Jesús y le brindó su cobijo y protección.Más tarde la adoptó como hija dándole también
su apellido, el nombre de su abuelo y su casa para presentar en sociedad a Evangelina Francisca Roko.
Evangelina creció al lado del piano y lo incorporó a su alma. Fue alumna de la Escuela Municipal de Música de
Basavilbaso y continuó su carrera musical en Concepción del Uruguay. Regresó a la Escuela Municipal de Basavilbaso
como docente de piano completando el anhelo de Graciela Roko de mantener viva dicha academia musical.

En 1985 se formó una Subcomisión Pro Museo Histórico Regional de Basavilbaso que presidió Jacobo Licay y Graciela
Roko integró como vocal. El objetivo era una muestra a presentarse en el aniversario de Basavilbaso el 30/6/1986 con
la intención de que para el centenario de la ciudad, se formara un museo permanente. Este último objetivo se logró
mucho tiempo después pero la muestra preliminar se realizó con éxito en la Casa de la Cultura en 1986.
Pero todavía había una rama del arte que Graciela estaba por explorar. Su habilidad con las agujas de tejer la llevó a
participar del Primer Encuentro de Artesanos el 21/5/1992 con sus tejidos a crochet.
En la década de 1990 se retiró de la actividad profesional y dispone de más tiempo para su familia, sus amistades y su
querida Escuela de Música. En 1999, al igual que todos, esperaba ansiosa el tan mencionado año 2000. Pero un frío fin
de semana de invierno sucumbió ante una enfermedad respiratoria que se agravó rápidamente. Fue internada de
urgencia en Gualeguaychú donde finalmente falleció el 31 de Julio de 1999.

En su despedida todos los protagonistas de la cultura que conocieron su labor estuvieron presentes. Ellos recordaron
que la incómoda tarea de pedir recursos nunca la usó para sí sino para la cultura. Cuando a todo pulmón, poniendo su
auto, su casa y su tiempo los destinó a esos fines.
A los pocos meses, como un merecido homenaje, el Presidente Municipal, Angel Roque Medina, en uno de sus últimos
actos de gobierno denominó “Graciela del Carmen Roko” a la de la Casa de la Cultura del Municipio de Basavilbaso.