Christian y María llegaron a Basavilbaso justo el día que el gobierno nacional decretaba la cuarentena obligatoria.
El es italiano, ella de República Checa. Desde hace años recorren el mundo y disfrutan de la vida mundana y el contacto con la naturaleza.
Sin imaginarlo, luego de ser increíblemente “expulsados” de un camping
de una ciudad del sur entrerriano, llegaron al polideportivo Gral. San Martín, en su camioneta adaptada para viajes, y allí se quedaron alternando con otra pareja que también, en las mismas circunstancias, llegó a la ciudad.
Hoy, nueve meses más tarde y pandemia mediante, Christian y María emprenden su partida dejando amigos y una excelente imagen de lo que demostraron ser, buenas personas y buenos vecinos.
Sus días transcurrieron en nuestro Basavilbaso con total normalidad. Primero en aislamiento, luego pequeños paseos en bicicleta, conociendo a los vecinos y, apasionados de los animales, también trabajaron voluntariamente en el refugio Mi Amigo Fiel.
“Nos sentimos de este pueblo” repetían permanentemente en un castellano ya entendible, que derribó barreras, que les dio un hogar y amigos… y por el que se hacían querer.
Anoche nos despedimos, nos dimos un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida. Quedarán los recuerdos y las anécdotas de este paso por Basavilbaso pero, más allá de todo, quedará sellada la amistad que supieron ganarse con nuestro pueblo.
