“Luisito”, como lo llamábamos en su pueblo, luego de infancia y parte de la adolescencia vivida en el corazón del barrio ferroviario abrazo la causa militar, ingresando a la Armada Argentina.
Como muchos de la fuerza se radicó en Punto Indio, allí formo su familia junto a Silvia Galarza, también de Basavilbaso.
A lo largo de su carrera varias fueron sus actividades, en 1982, horas posteriores al desembarco argentino en las Islas Malvinas, formando parte de la Corbeta Guerrico las fuerzas de nuestro país ocupan Grytviken con refuerzos transportados por dicha corbeta produciéndose un duro combate con una dotación de 22 Royal Marines desembarcados del buque “Endurance”.
Pasado los años, guardado a silencio como muchos que participaron del conflicto, decide dar a conocer su testimonio y de ahí en adelante se convirtió en un gran referente de nuestra causa nacional.
Sus años de retiro lo fue alternando entre Basavilbaso, residiendo en el barrio 100 viviendas, y Punta Indio, donde se encuentran sus hijos y nietos.
Justamente, al barrio de 100 viviendas de nuestra ciudad se lo instituye, por su iniciativa, como “Malvinas Argentinas”.
Víctor Luis Herrera se encargó de recorrer todas las escuelas, medios de comunicación, todos aquellos lugares donde su testimonio podía contribuir a dejar una enseñanza respecto de la gesta malvinera.
Hoy, a tres años de su pronta partida, lo recordamos como un hombre íntegro, como un basavilbasense que nos honra, como un verdadero Veterano de Guerra.
