Luis Labraña se atribuye la creación de la cifra de 30.000 desaparecidos durante la dictadura militar. Desde sus primeros días como militante de la Juventud Revolucionaria Peronista hasta su exitosa carrera académica en Europa, Labraña ha dejado una marca indeleble en la sociedad argentina.
Luis Labraña, reconocido por su activismo político y su posterior carrera académica en Europa, ha dejado una huella significativa en la historia contemporánea argentina. Nacido en Buenos Aires en 1946, Labraña comenzó su compromiso político desde temprana edad, siendo militante de la Juventud Revolucionaria Peronista (JRP) y posteriormente dirigiendo el Frente Peronista de Liberación (FLP) junto con Eduardo Salvide y Miguel Bianchini.
Su participación en movimientos políticos armados lo llevó a ingresar en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) en 1970 y luego a unirse a Montoneros, una organización guerrillera de izquierda. Durante su tiempo en Montoneros, Labraña fue parte de la fusión con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de origen trotskista, hasta 1973.
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Sin embargo, su activismo político fue truncado cuando fue apresado el 14 de febrero de 1973, junto con Francisco “Paco” Urondo, permaneciendo detenido en la cárcel de Villa Devoto hasta la asunción presidencial de Héctor José Cámpora el 25 de mayo de ese año.
Tras su liberación, Labraña se exilió en Ámsterdam a fines de 1977, donde se sumergió en el ámbito académico y cultural. Se graduó en Lingüística Hispanoamericana en la Universidad de Ámsterdam y ejerció la docencia en instituciones europeas, incluida la Universidad de Utrecht. Durante su estadía en Holanda, colaboró en proyectos culturales y cinematográficos, incluyendo un documental sobre el tango.
En 1995, Labraña regresó a Argentina y asumió como Director del Centro Cultural “Baldomero Fernández Moreno” del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, donde ejerció un papel destacado en la promoción de actividades culturales y artísticas.
Desde 2013, se desempeñaba como Coordinador del Programa de la Dirección General de Promoción Cultural en el mismo ministerio, contribuyendo activamente al desarrollo cultural de la ciudad.
