Peones rurales que realizaban una trilla en un campo ubicado en el departamento Uruguay, encontraron 40 bultos en el interior de una bolsa de arpillera y dieron aviso a la Policía. Al llegar al lugar, los efectivos constataron que había 43 kilos de cocaína, los que más tarde fueron valuados en 430.000 dólares.
El descubrimiento ocurrió durante las últimas horas de la tarde de este miércoles y según se informó a La Calle, dos personas que merodeaban por el lugar emprendieron una veloz fuga cuando arribaron los uniformados y se perdieron en la densa oscuridad rural.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales a esta Redacción, en horas de la noche del miércoles, uniformados dependientes de Comisaria Urquiza fueron contactados por trabajadores rurales de una estancia ubicada en Colonia Sagastume, ya que habían encontrado unos paquetes sospechosos. El descubrimiento se consumó mientras se encontraban realizando trabajos de trillado en dicho establecimiento.
Según la misma fuerza de seguridad, los uniformados se hicieron presentes en el lugar de forma inmediata, comprobando que efectivamente se trataba de una bolsa de arpillera con varios bultos, pudiendo tratarse de estupefacientes.
En esas circunstancias, y mientras otros agentes realizaban una recorrida por la zona, visualizaron a dos personas, quienes al notar la presencia policial se dieron a la fuga hacia un arroyo cercano, logrando escabullirse amparados en la noche. Dichos sospechosos también habían sido vistos por algunos vecinos de la pequeña localidad ubicada 100km al norte de Concepción del Uruguay.
Poco después personal de la División Toxicológica, dependiente de la Jefatura Departamental Uruguay, realizaron el test orientativo para determinar el tipo de sustancia contenida en los bultos, confirmando la presunción de que era clorhidrato de cocaína.
La pericia oficial arrojó, según lo detallado a este medio, que en total eran 40 ladrillos, con un peso total aproximado de 43 kilos.
Lo sucedido fue comunicado a José María Barraza, secretario en turno del Juzgado Federal de Concepción Del Uruguay, y a Josefina Minatta, Fiscal Federal, quienes dispusieron que se realicen las actuaciones pertinentes. Los magistrados dispusieron que todos los elementos levantados durante el procedimiento policial fueran incautados con todo los resguardos preceptivos, para dar curso al inicio de una causa por infracción a la Ley 27.737 (Tenencia y Tráfico de Estupefacientes).
La palabra de la fiscal Minatta
Luego de la denuncia por parte de los peones y de la intervención policial en la zona, ahora la Justicia Federal con sede en la “Histórica” deberá investigar y determinar el origen y los destinatarios de la mercadería ilegal secuestrada.
La Calle consultó a la fiscal Minatta, quien aseguró que: “No es habitual realizar este tipo de hallazgos en la zona, mucho menos que se trate de un cargamento de cocaína”.
Por otro lado, la funcionaria judicial desvinculó de la investigación a los propietarios del campo, ya que: “Ellos no están sospechados. En principio no los involucra, ya que ellos previamente habían realizado una comunicación a la Justicia sobre irregularidades que habían detectado dentro de la plantación”.
En el final del diálogo que este matutino mantuvo con la fiscal, dejó en claro que existe una posibilidad concreta sobre lo ocurrido: “Lo más probable es que eso haya caído a través de una avioneta. Esa es la hipótesis más firme hasta el momento”, reveló la representante de la Justicia Federal.
Antecedente en Islas del Ibicuy
Si bien no existen registros inmediatos o versiones periodísticas que den cuenta de situaciones similares en el departamento Uruguay, el periodista y escritor Daniel Enz, en su libro “Los hijos del narco” (2015), describió que los negocios del narcotráfico se consuman a través de aviones, barcazas y por el escaso control de los organismos del Estado y las fuerzas de seguridad.
“Hasta 2010, en Entre Ríos existían cerca de 400 pistas n declaradas, según un relevamiento de la Brigada Aérea de Paraná. No todas estaban vinculadas al narcotráfico, pero un alto índice de ellas estaba en la mira”, expuso en el Capítulo IX.
“A principios de 2011, una importante cantidad de droga fue hallada en el campo de los Maglioni, en el departamento Islas. Los humildes dueños –dedicados al trabajo diario toda una vida- habían denunciado en reiteradas oportunidades que los narcos pasaban en avionetas y arrojaban los paquetes. Esta vez, se trató de una bolsa que apareció flotando en un bañado, que en su interior tenía marihuana en estado de putrefacción. Después de esa situación, varias veces la vivienda de la familia fue tiroteada en forma de amenaza por los delincuentes, reclamándole que les devuelvan prte de un cargamento de 30 kilos de marihuana que faltaba. Alas pocas semanas, Oscar Maglioni recorría su campo cuando vio que en uno de los esteros flotaba algo extraño. Se acercó y pudo darse cuenta que otra vez se trataba de droga, por lo cual dio aviso inmediato a la policía. Pero esta vez no fue como las anteriores, ya que se cofirmó que no era un nuevo cargamento de estupefacientes arrojado, sino que era parte de otro que había sido tirado desde una avioneta un año antes. Las bolsas de arpillera estaban desarmadas y hasta tenían raíces, y además las cintas con las cuales ataron los paquetes tenían musgos, debido al paso del tiempo. En total se contabilizaron 23 envoltorios”, describió Enz en su publicación, la cual se puede
