El tren viene despacio

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De la Redacción de AIM

El 27 de julio de 2011, hace hoy 10 años, el gobierno entrerriano abrió los sobres con ofertas a la licitación convocada para rehabilitar la línea ferroviaria entre Paraná y Federal. Según la información oficial de entonces, se presentaron dos ofertas.

El informe agregaba que en siete días hábiles se adjudicarían los trabajos que debían comenzar el mes siguiente al costo de 42 millones de pesos.

Según la prensa de hace una década, el tramo beneficiaría a todo el norte entrerriano, posibilitando el transporte de pasajeros y de carga. “Una vez habilitado, volverá a conectar la capital provincial con los pueblos que se crearon por la actividad ferroviaria: Ramón Parera, Colonia Avellaneda, La Picada , El Palenque, Cerrito, El Pingo, Hasenkamp, Las Garzas, Alcaraz, Bovril, Sauce de Luna, Don Gonzalo, Conscripto Bernardi, El Cimarrón y Federal.

Desde entonces hasta ahora el gobierno ha reiterado promesas de rehabilitación de una de los tantos tramos ferroviarios que fueron eliminados durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.

Como suele acontecer con los representantes del pueblo, las promesas quedaron en promesas: los políticos suelen decir que no tienen plazos sino fines y en cuanto a los plazos lo demuestran con eficacia. Hubo algunos trabajos de reparación de vías, pero un cálculo sencillo permitía prever que a ese ritmo llegarían a Federal en unos 100 años.

Para el primer semestre de este año estaba prevista la extensión del servicio que llega actualmente a Colonia Avellaneda, lindante con Paraná, hasta La Picada, pero si bien la estación ha sido rejuvenecida y al parecer ha merecido atención, por ahora el tren no llega.

Sin embargo, esta vez la esperanza está alimentada por un anuncio del gobierno nacional, que anunció invertir 112 millones de pesos para construir 12 apeaderos entre Paraná y La Picada, pequeña localidad a 25 kilómetros de la capital provincial.

El secretario de Transporte de Entre Ríos, Néstor Landra, aprovechó la ocasión para volver sobre la importancia del tren para las localidades pequeñas, algo tarde para algunas que languidecieron en todo el país hasta morir cuando la fiebre privatizadora de la década de los 90 del siglo pasado, que buscaba hacer caja para afrontar el enorme déficit fiscal.

Landra invitó a los entrerrianos, pioneros en la construcción de ferrocarriles en el siglo XIX. El Ferrocarril Central Entrerriano era una empresa ferroviaria del estado provincial que construyó y operó casi 700 kilómetros de vías entre las costas del Paraná y del Uruguay. La empresa fue adquirida en 1892 por capitales británicos hasta que se integró al Ferrocarril General Urquiza en 1948.

Para Landra esta nueva promesa de reactivación “es una gran oportunidad para poder desarrollar y volver a conectar a los pueblos que estuvieron durante muchos años desamparados y sin conexión ferroviaria”

El tren ya hizo un amago de volver a La Picada hace varios años, un 9 de julio. Entonces, a paso de tortuga por el mal estado de las vías, un cochemotor llegó a la estación. Venían en él la intendenta de Paraná, Blanca Osuna, y el vicegobernador José Cáceres.

Hubo recepción con banderas argentinas en el andén y un almuerzo en la estación, que desde que fue cerrada hace décadas había sido mantenida por su ex jefe, que vivía allí con su familia y mantenía la esperanza de la vuelta del tren. Fue debut y despedida, porque el tren nunca volció hasta ahora.

Mientras pasan los años y la línea Federal se hace esperar, llegan del extranjero algunas noticias para comparar sin desánimo. Entre el aeropuerto y la ciudad de Shangai hay 30 kilómetros. Los viajeros pueden viajar a 500 kilómetros por hora para salvar la distancia en ocho minutos en un tren construido en pocos meses.

Por ahora, el deseo de todos los argentinos de que un gobierno será capaz de reparar lo que otro destruyó no se han visto realizadas. Pero no hay que perder la esperanza, “ultima dea” según la expresión latina.
De la Redacción de AIM.