Según informes de funcionarios del Gobierno nacional, la deuda de Vicentin llega a los $99,345 millones, o USD 1.400 millones en total. Los datos, surgidos de un informe oficial basado en el concurso de acreedores y en información que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, presentó ante consultas de senadores la semana pasada, sin embargo, no dicen nada respecto del patrimonio de la empresa ni a si su capacidad de pago está afectada por una situación de insolvencia o de iliquidez.
Cafiero se presentó la semana pasada ante senadores y, como es habitual, respondió por escrito a preguntas de los legisladores que -entre otros puntos- le consultaron por Vicentin.
Según detalló el funcionario en el escrito de su último informe de acreedores, al 10 de febrero la empresa le debía $99.345.263.086,50 a 2.638 acreedores distintos. Dentro de ello, detalla que el Banco Nación, principal acreedor individual, tiene acreencias por $18.182.297.617. La deuda total informada por Vicentin está compuesta por acreedores bancarios locales, extranjeros y también por acreencias comerciales predominantemente locales.
La pregunta de los legisladores, que giraba en torno a qué medidas había tomado el banco público más grande del país para cobrarse la deuda de la empresa agroindustrial, logró como única respuesta al respecto que en diciembre del año pasado el Nación logró ejecutar una garantía por $412.183.062.
Con mucho más detalle que el de Cafiero trabajó Claudio Lozano, director del Banco Nación designado tras la llegada al gobierno de Alberto Fernández. En un informe, el tercero sobre el tema Vicentin (el ex legislador fue uno de las principales voces que pedían por la estatización de la empresa), detalló que entre los acreedores se destacan 37 entidades financieras que concentran el monto mayoritario de la deuda ($63.962 millones); y por otro, se ubican 1.895 productores que tienen acreencias por $25.657 millones millones de pesos, como el grupo más numeroso.
En medio de esos dos extremos, mientras tanto, se cuentan también sociedades relacionadas con la propia empresa como Diferol y Vicentin Paraguay, dos empresas controladas, y Renova, una empresa vinculada, combinan entre todas esas acreencias por $5.428 millones.
Proveedores de la firma firma –586 empresas proveedoras de la firma de tecnología, materiales, asesoramiento, logística, equipos y servicios (energía eléctrica, comunicaciones, etc.)- suman en total $2.292 millones en acreencias. En la lista también se anotan instituciones impositivas, con deudas por $1.655 millones y los propios accionistas de la empresa por $351 millones.
Lozano hace especial hincapié en las deudas de Vicentin con empresas relacionadas y sus propios accionistas, algo habitual en grupos empresarios compuestos por varias firmas, pero que revelan un cambio de foco importante en la mirada oficial sobre la caída en cesación de pagos de la empresa, antes enfocada más que nada en la asistencia del Banco Nación que por su volumen fue motivo de críticas.
“Se trata de acreedores que forman parte del mismo conglomerado que está en concurso preventivo. No es una masa menor en el total de deuda, son $5.428 millones que representan el 5,5% del total de la deuda bajo concurso. Del mismo modo, y como dato también notable es que aparecen 98 acreedores que son accionistas de la empresa”, señala Lozano. “Es decir, que los dueños de Vicentin, le reclaman deudas a su propia empresa. Casi digno de un cuento de García Márquez”, comenta.