Una decena de ensayos, reunidos tras un título provocador, dan consistencia a “Francisco Ramírez: el Supremo ¿héroe o traidor?”, una publicación cuya responsabilidad comparten la Editorial El Miércoles y la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres. El material, intervenido también por inquietudes artísticas gráficas y literarias, ya está en preventa.
REDACCIÓN EL DIARIO | coordinacion@eldiario.com.ar
Entre la atmósfera épica, las referencias míticas con proyección literaria, los relatos laudatorios y las críticas demoledoras, la figura de Pancho Ramírez atraviesa a medio galope las lomadas de la cultura entrerriana y las épocas. Ahora, un grupo de investigadores, periodistas, artistas y estudiosos de la historia, de una costa a la otra, han integrado sus producciones a “Francisco Ramírez: el Supremo ¿héroe o traidor?”, un libro voluminoso, multihabitado de perspectivas, documentado, intervenido también desde las artes.
Actualmente en preventa, el material luce organizado por una idea editora, que moviliza las inquietudes, incorpora trabajos de entrerrianos destacados y constituye una plataforma para pensar distintos asuntos en clave presente.
Uno de sus compiladores, Américo Schwartzman, docente con formación filosófica y periodista, integra tanto la cooperativa Editorial El Miércoles como la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres, aliadas en la publicación. En un recodo de la semana accedió a conversar con EL DIARIO.
-¿Qué justifica regresar sobre Ramírez, qué tiene de particular su figura, en tiempos en que a los héroes los aporta la industria audiovisual?
–Bueno, en parte esta pregunta es la que se intenta responder en el libro. Querer resumirlo en una breve respuesta sería demasiado pretencioso de mi parte. Solo diré que los pueblos, las comunidades, necesitan inventar héroes para justificar su identidad, en un proceso similar al que como individuos hacemos en nuestra infancia y adolescencia.
Al Gringo Villanova y a mí, impulsores y compiladores de este trabajo, nos mueve desde hace mucho una pasión por la identidad regional, por la historia y en mi caso por el sentido que le damos a todo esto (es decir, por la filosofía subyacente). De ahí que nos hayamos metido en esta aventura.
Un poco en broma y mucho en serio, diría además que si a Ramírez los únicos que lo reivindican son (Jorge) Busti, (Alfredo) De Ángeli y (Augusto) Alasino, entonces ¡es muy penoso para el Supremo! Por eso la necesidad de revisar por qué los entrerrianos nos inventamos este héroe, si vale la pena o no y en todo caso qué queremos reivindicar de él, es decir, a qué identidad aspiramos si lo tenemos en el pedestal. Y junto con eso, por supuesto, la intención de hacerlo bien, en un libro ameno, agradable a la vista, bien diagramado e impreso y con muchos elementos atractivos, no solamente de índole historiográfica.
ESTRUCTURAS
–¿Qué contiene el libro?
–El libro es casi un rompecabezas. La idea básica fue reunir diferentes textos sobre Pancho Ramírez pero desde miradas distintas a las de las efemérides oficiales. Se trata de una coedición entre la Editorial de la cooperativa El Miércoles y la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres. Para eso convocamos a una decena de prestigiosos autores entrerrianos que dan su visión y conocimiento sobre el Caudillo sin concesiones y sin el “porteñocentrismo” que impregna nuestra historia, para contarla desde acá, por y para nuestra gente.
Es una obra colectiva, la impulsamos y compilamos Jorge Gringo Villanova y yo, y escriben Mauricio Castaldo, Fortunato Calderón Correa, Tirso Fiorotto, Aníbal Gallay, Antonio Gamboa Igarzábal, Pedro Kozul, Guido y Juan Manuel Marengo, Lorena Muñoz, Gustavo Surt y Juan A. Vilar. Algunos lo hicieron especialmente para esta obra, otros son textos que ya habían sido publicados.
El libro tiene casi 300 páginas, y varias sorpresas: además de esos ensayos que acabo de comentar, tiene una parte enfocada en lo artístico-literario, donde allí recuperamos una cantata inédita de Marcelino Román (“Epopeya del Supremo Entrerriano”, que estaba prácticamente desaparecida), se incluye una exhaustiva selección de imágenes poco difundidas, muchas a todo color, y se suma la pluma de artistas plásticos que narran gráficamente la pasión de Ramírez. Desde lo artístico, los textos son de Griselda Mona Gastiasoro, Atahualpa Puchulu, Marcelino Román y Luis A. Salvarezza, e ilustran al caudillo Emiliano El Gurí Pereyra en una narración gráfica sobre el Supremo, y Sergio Goki Benítez las caricaturas de tapa.
-Un rompecabezas tiene su encanto…
–Lo podemos repasar. Yo hago una introducción, entre periodística y filosófica, de por qué “deconstruir al Supremo”. Después el Gringo Villanova reconstruye la figura en una entretenida y detallada revisión titulada “Francisco Ramírez: el enigma y sus hitos”. Allí recogen los principales hechos de la fulgurante y breve trayectoria del Supremo, así como una Cronología que permite ubicar en tiempo y lugar cada suceso relevante. Desde las dificultades para saber cuándo nació, hasta el misterio de sus verdaderos rasgos fisonómicos, pasando por la relación con Artigas y la cadena de deslealtades entre las figuras centrales del federalismo, y por supuesto el abrupto final de la vida de Ramírez.
Hay muchísimo escrito sobre Ramírez pero (casi) todo entrevera fantasía y (los pocos) hechos documentados. El Gringo se tomó el trabajo, que otros jamás nos tomaríamos, de revisar todas las versiones disponibles y echar luz sobre qué tiene respaldo y qué no. El resultado es un formidable y sólido retrato que permite comprender mejor la figura del Supremo y también quiénes y para qué lo usan.
UNOS Y OTROS
–¿Cómo se integran las otras piezas del rompecabezas?
–De los ensayos, la lista completa es ésta: Mauricio Castaldo aborda los bicentenarios y dice que hay tres Ramírez diferentes, preguntándose cuál tenemos que recuperar y para qué. Fortunato Calderón Correa muestra cómo la maquiavélica figura de Sarratea (que por supuesto tiene calle en Buenos Aires) hace todo lo que puede para acabar con el sistema artiguista. Tirso Fiorotto repasa cómo en Cepeda nace –dolorosamente– la guerra entre hermanos: orientales y los de este lado, y cómo en Pilar cae derrotado el artiguismo. Aníbal Gallay sin medias tintas afirma que el Tratado del Pilar fue el aniquilamiento del proyecto federal a causa de la ambición de Ramírez.
Por el contrario, Antonio Gamboa Igarzábal reivindica ese acuerdo y el accionar del Supremo, apuntando a una síntesis que supere descalificaciones. Pedro Kozul muestra cómo Ramírez, al reglamentar la efímera República, reconoce su base social y en base a eso intenta ordenar a los actores socioeconómicos y militares. Guido y Juan Manuel Marengo diferencian a los caudillos populares entre sí y analizan el fin de la Liga de los Pueblos Libres.
Lorena Muñoz se ocupa de las tensiones y enfrentamientos entre el poder central y las provincias y el nuevo orden político que de allí surge. Gustavo Surt se propone superar las diferencias entre los dos titanes litoraleños, y hacer foco en las coincidencias: libertad, derechos y federalismo. Finalmente, Juan Antonio Vilar realiza un recorrido austero y riguroso por la vida, los sueños y la muerte de Ramírez con un repaso sobre los hechos y el tiempo del personaje.
–Hasta ahora se ha ido armando una especie de cielo historiográfico…
–Sigamos con el resto. En la tercera parte, reunimos abordajes diferentes que desde lo literario y artístico contribuyen a construir, a comprender o a desmontar la mitología del personaje. Mona Gastiasoro aborda desde la ficción teatral el apasionante y apasionado personaje de La Delfina, y sus fantasmas en los días finales.
Atahualpa Puchulu presenta la “Epopeya del Supremo”, cantata inédita hasta hoy, escrita por el enorme Marcelino Román –una de las voces literarias ineludibles de Entre Ríos– y cuenta cómo fue su recuperación.
Luis Alberto Salvarezza realiza una proficua antología sobre quienes pintaron, describieron y ensalzaron líricamente a nuestro protagonista, construyendo la leyenda oficial. Y cerrando esta parte, una yapa: una historieta, narración ilustrada por el artista plástico Gurí Pereyra, en base al guión de este humilde servidor. Una forma diferente de revisar la temática.
Y todo esto, atravesado por una selección de autores clásicos entrerrianos, relevando sus opiniones sobre el Supremo: Oscar Urquiza Almandoz, Facundo Arce, Beatriz Bosch, Ernesto Bourband T., Rodolfo Coll, Leoncio Gianello, Martiniano Leguizamón, María Esther de Miguel, Aníbal S. Vásquez, Joaquín Pérez, Filiberto Reula y Benigno Teijeiro Martínez.
Y también por una exhaustiva iconografía de Ramírez (y, sin embargo, seguramente incompleta). Una recopilación de imágenes del Supremo que retoma labor la iniciada hace ya dos décadas por mi viejo, Pablo Schvartzman, que en 1997 recopiló varias en sus “Apuntes para la iconografía del general Francisco Ramírez”.
Ahora, con el Gringo incorporamos muchos otros trabajos entonces desconocidos o más recientes, a lo que contribuyeron también el siempre generoso Luis A. Salvarezza y amigas como Maricel Claret. Todas son imágenes ficcionales del Supremo: es sabido que no existen retratos realizados en vida de Ramírez. Y se utilizan también como separadores de cada uno de los textos incluidos en el libro.
CAMINOS Y SENDEROS
-¿Qué predomina entre los autores, las convergencias o las disidencias? ¿En qué plano se manifiestan?
–Nosotros reunimos diez ensayos que se enfocan en diferentes aristas del tema: qué balance se puede hacer de Ramírez, qué visión actual delinear sobre nuestro primer gran protagonista provincial. Recurrimos a autores provinciales, por un lado porque estamos hartos de la historia “porteñocéntrica” de mitristas y rosistas, pero por el otro porque estamos convencidos de que entre el Uruguay y el Paraná surgen constantemente hombres y mujeres con la capacidad de relatar nuestra obra y nuestra vida sin tutelajes impuestos por otros cánones. Y, además, de hacerlo de forma original, entretenida y rigurosa. Los autores que reunimos tienen miradas diferentes, pero muchos aspectos comunes, todos importantes: en primer lugar, la decisión de revisar la historia desde nuestra propia perspectiva (federal, entrerriana, democrática, popular), dejando a un lado decididamente el “porteñismo” de liberales y revisionistas, que tiñe, nubla y desvirtúa nuestra historia, sometiendo todo análisis a los intereses y caprichos de las clases dirigentes bonaerenses, ese “elenco estable” que señala Juan Vilar en su gran trabajo sobre la revolución en nuestra región. En segundo lugar y no menos importante, la rigurosidad en el análisis sin ocultar opiniones. Al contrario: buscando que lo objetivo en la historia (tan difícil de alcanzar) no vaya en desmedro de la posible diversidad de miradas. Al leerlos, incluso, es posible matizar las posiciones de cada uno con las demás: quizás de esa complementación surja la fascinación por una historia compleja y abarcadora de todos los costados posibles, en donde seamos capaces de mirar más allá de la simplificación de “héroes” o “traidores”.
–A propósito la opción definitoria del título (héroe o traidor), ¿permite clasificar los ensayos o es más bien un acto de provocación al lector?
–Es solo un buen título. O eso creemos. Desde ya, no es definitoria. Las cosas casi nunca son en blanco o negro. E incluso el blanco más blanco y el negro más negro, mirado muy de cerca, en el microscopio, dejan de serlo. Lo más frecuente cuando se cuenta el pasado es narrar una historia de héroes y villanos, de buenos y malos, en donde patriotas sin una mancha combaten contra odiosos enemigos de la libertad. Y como la política es la historia del presente, siempre ha habido distintos tipos de revisionismos, que por lo general se ocupan de invertir los lugares de los cuadros en la galería de héroes: los calumniados pasan a ser los virtuosos, y a la inversa. ¿Y si el traidor es a la vez un héroe?
Quizás el título sólo sea provocador, pero esa provocación será eficaz si contribuye a que revisemos de qué hablamos cuando hablamos de Ramírez y de Artigas, cuando hablamos de federalismo en una provincia en la que, pese a los discursos, se replica el centralismo que tanto cuestionamos. Por poner un solo ejemplo, donde todos los entes provinciales, absolutamente todos, tienen su sede en Paraná.
Actualidades proyectadas
–¿Qué aportes hace el libro en el actual contexto político, cultural, económico, educativo? ¿Puede leerse en clave de presente?
–Claro, a punto tal que varios de los ensayos se proponen precisamente eso. Preguntarse sobre los bicentenarios, evidenciar que tienen significados distintos. Cepeda, el Tratado de Pilar, la República de Entre Ríos, la propia derrota y muerte de Ramírez, que se recordará el año que viene, admiten miradas diferentes. ¿Es Pilar la base de la organización nacional o es la derrota definitiva del proyecto federal y popular? Entonces: ¿qué celebramos cuando lo recordamos? ¿Qué decimos en las escuelas y qué dicen los actos oficiales? La República de Entre Ríos, ¿tiene sentido recuperarla? ¿Y para qué? ¿Seguimos discutiendo la traición a Artigas o nos planteamos superar las diferencias entre esos dos grandes, con foco en las coincidencias? Y ya en el campo educativo o historiográfico: ¿tenemos una historia contada desde acá, para nuestra gente, de calidad, rigurosa? ¿O es una aspiración que está lejos todavía de concretarse? ¿Quién lee a Benigno Teijeiro Martínez, por ejemplo? ¿Cuáles de sus obras se reeditan?
– Cómo se integran en un trabajo conjunto Editorial El Miércoles y la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres?
–De los dos compiladores, el Gringo es miembro de la Junta y yo soy integrante de la cooperativa El Miércoles y también de la Junta. Entre quienes escriben o ilustran hay también miembros de una u otra. Hay mucho en común, tanto en los valores que nos interesa defender y potenciar como en la concepción de que es solamente mediante la cooperación entre pares como se transforma eficazmente el presente.
Y es gracias a la voluntad y disposición de quienes integran ambas entidades que fue posible abordar este trabajo en común. Para mí en lo personal es un orgullo doble que este trabajo sea coeditado por ambas entidades: las considero un ejemplo en muchos sentidos y aprendo y crezco de verdad gracias a ellas cada día.
Guía práctica
–¿Cómo se puede adquirir el libro?
–En este momento iniciamos la preventa mediante medios electrónicos. A partir de enero, en Paraná, se podrá adquirir a través de los miembros de la Junta Abya Yala. Y por supuesto, vía MercadoLibre con envíos a cualquier lugar de la provincia. Durante diciembre se podrá acceder al ejemplar a un precio menor al que tendrá a partir de su lanzamiento, mediante transferencia o por MercadoLibre. El precio de venta final será de 900 pesos, pero en esta preventa será de 750 pesos (más costos de envío. Quienes residan en Concepción del Uruguay o la zona y adquieran el libro por Mercado Libre, acuerden la entrega con el vendedor.). Esta preventa estará vigente durante todo el mes de diciembre. Aquí dejamos los datos para:
Transferencia: CBU: 3860198303000002709649 (enviar talón al mail editorialelmiercoles@gmail.com)
Link Mercadopago: https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-899720254-preventa-francisco-ramirez-el-supremo-heroe-o-traidor-_JM
Por más consultas pueden dirigirse a editorialelmiercoles@gmail.com
–¿Qué otras propuestas ofrece la Editorial El Miércoles?
–La editorial es un emprendimiento de la Cooperativa El Miércoles, que este año cumplió 20 años. Si bien ya habíamos editado algunos libros antes, la editorial surgió hace unos cuatro años como una inquietud para mostrar que se puede editar de manera autogestionada, con calidad y precios accesibles, y con la intención de brindar ese servicio a autores nuevos o con dificultades para acceder a ediciones decentes. Es coordinada por Clara Chauvin, periodista, militante feminista y fotógrafa uruguayense. Desde 2016 se han editado una veintena de títulos, en poesía, ensayo, narrativa y gráfica. El catálogo está disponible en el link https://www.elmiercolesdigital.com.ar/catalogo-editorial-el-miercoles/
