Por el avance de la inflación preparan el lanzamiento del billete de $ 5000

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Es por la pérdida de valor de la moneda. El billete de $ 1000 en 2017 valía US$ 56 y hoy algo más de US$ 8, según el blue. La ola de emisión pone presión sobre la Casa de la Moneda.

Argentina despliega sus oscilaciones sin pudor. Era el 30 de noviembre de 2017, en una escuelita de Lobos, hábitat por cierto del hornero, un Federico Sturzenegger henchido de orgullo develaba la imagen del nuevo billete de $ 1.000 de los argentinos, con un bello pajarito autóctono que pocos podrían identificar: el hornero.

Con su gestión en el Banco Central había quedado atrás la acérrima oposición de la administración de Cristina a convalidar la impresión de billetes de mayor denominación, aún cuando para 2014 $ 100 tenían, en relación a 15 años atrás, el poder de compra de $ 10.

Hasta ahí llegó Sturzenegger. Hasta los $ 1.000. Aunque antes lanzó nuevos billetes de $ 20 (guanaco), de $ 200 (ballena franca austral) y de $ 500 (yaguareté). No sólo se quebró así la resistencia a imprimir billetes de más denominación como admisión de la dinámica inflacionaria sino que se revolucionó, con el desembarco de la fauna autóctona nacional, la vieja tradición de los próceres del manual del colegio. Ahora, el siguiente paso, lo dará su sucesor, Miguel Pesce, con el billete de $ 5.000.