Personas obesas, más proclives a desarrollar cuadros graves de Covid-19

0
704

Además de ser un factor de riesgo, la obesidad podría promover la generación de nuevas variantes de coronavirus. La importancia de mantener una alimentación saludable en tiempos de pandemia.

Desde inicios de la pandemia de Covid-19 se considera a las personas con obesidad como personas de riesgo y, como tales, hoy se las prioriza en el plan de vacunación. Las investigaciones lo confirman: los pacientes con obesidad tienen más chances de contraer un coronavirus más grave que aquellos pacientes sin sobrepeso.

En un artículo publicado en la revista científica European Journal of Internal Medicine, investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y Ciberobn dan cuenta de que los pacientes con coronavirus que sufren obesidad tienen más posibilidades de desarrollar un Covid-19 grave, así como de morir por complicaciones derivadas de la enfermedad.

“La obesidad frente al Covid-19 es un factor de riesgo casi tan grave para los jóvenes como ser anciano”, dice el científico argentino Oscar Cingolani en diálogo con Infobae.

El investigador dirigió un estudio, publicado en la revista científica The Lancet, según el cual los jóvenes infectados con coronavirus tienen menos chances de entrar a terapia intensiva que las personas mayores a menos que tengan obesidad. “La obesidad puede restringir la ventilación, impidiendo la excursión del diafragma, lo que deteriora las respuestas inmunes al virus Sars-CoV-2”, comenta.

“Cada célula puede guardar un máximo de grasa. Cuando la gente tiene sobrepeso, esa cantidad de grasa llega al límite y empieza a generarse una inflamación”, explica Mónica Katz (MN 60.164), médica especialista en nutrición, en diálogo con elDiarioAR.

“El cuerpo percibe que es un cuerpo extraño, lo trata como a una bacteria o un virus. Eso lleva células del sistema inmunológico pero no hay una bacteria, con lo cual cuando aparece de verdad una amenaza, como el virus de la Covid-19, no hay ‘soldados’. Todas las células del sistema inmune están comprometidas, queda poca respuesta inmunológica para hacer frente a una infección compleja como este virus. El fenómeno inflamatorio que genera el coronavirus con obesidad es peor”.
Además, aclara que las personas con obesidad no tienen más chances de contagiarse sino que “si se contagian, la van a pasar peor”. “Los más internados, los que más frecuentemente ocupan camas de terapia intensiva, los que requieren asistencia mecánica respiratoria y fallecen son en su mayoría obesos o personas con comorbilidades”, cuenta.

Katz destaca la importancia de mantener una alimentación saludable no sólo para la salud personal sino para prevenir la aparición de nuevas variantes de coronavirus. “Lo que hay de evidencia científica es que, en la persona con carencias nutricionales, el virus muta. Está comprobado con distintos coronavirus y con distintos virus. Así que si yo como bien, no solo la voy a pasar mejor, sino que voy a evitar que el resto de la gente tenga que soportar variantes más virulentas” de Covid-19.
“En Argentina nadie cuestiona a quienes promueven el ayuno intermitente. Pero si yo como cuatro horas al día, no puedo comer todo lo que necesito cada día cuando el Covid-19 requiere un estado nutricional fundamental. Y no podemos darnos el lujo de tener carencias nutricionales. Es el momento de comer lo más sano posible”.

Qué son el sobrepeso y la obesidad
La OMS define al sobrepeso y a la obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Para indicar el sobrepeso y la obesidad en adultos, utiliza el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su altura en metros (kg/m2).

Según la organización, una persona con IMC igual o superior a 25 tiene sobrepeso, mientras que la obesidad coincide con un IMC igual o superior a 30. El gobierno de la Ciudad considera de riesgo en su plan de vacunación a aquellos con un IMC igual o mayor a 35. Pero el peso no es el único factor que se debe tener en cuenta sino dónde se encuentra la grasa en el cuerpo. La distribución abdominal, por ejemplo, se encuentra vinculada a un incremento en el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes e hipertensión arterial.

La cantidad de personas con obesidad en el mundo se triplicó en las últimas cuatro décadas. En Argentina, un 67,9 por ciento de la población adulta tiene exceso de peso, dentro de los cuales un 33,9 por ciento tiene obesidad. En niños de cinco a 17 años, un 40 por ciento presenta exceso de peso.
Por Macarena Castro para elDiarioAR