No al acuerdo porcino

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Organizaciones ecologistas y partidos de izquierdas realizaron una manifestación en Entre Ríos para repudiar la instalación masiva de granjas porcinas en el país. La acción fue en el marco de un plan nacional de lucha que se opone al modelo productivo que impulsa el gobierno. En Paraná se entregó un petitorio al gobierno entrerriano y se pidió una audiencia con el gobernador Gustavo Bordet, informaron a AIM.

Se realizó en la capital entrerriana una protesta frente a Casa de Gobierno, en la que se entregó un petitorio dirigido al gobernador (para que dé intervención al ministerio de la Producción y la secretaría de Ambiente) y se realizó un pedido de audiencia en el marco de la convocatoria nacional ‘Basta de falsa soluciones, la vida no se negocia’.

El objetivo “es es conocer si hay solicitudes de instalación de granjas porcinas en Entre Ríos en el marco del convenio con China que ya está en marcha, porque sabemos que hay gobiernos como el de Chaco y Santiago del Estero, que habilitaron la instalación de granjas que implica un peligro muy grande para la trasmisión de enfermedades”, indicó a esta Agencia César Baudino, referente del Colectivo de trabajadores Por la ventana, ex secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).

En ese sentido, el docente apuntó que “el gobierno está descuidando a la población argentina ante un acuerdo neocolonial con China que podría generar una crisis sanitaria con la farsa de que se van a crear puestos de empleo cuando podría lograr los mismos objetivos con una producción sana que implique soberanía alimentaria y orgánica”.

Por qué se opone la multisectorial
En el pedido de audiencia a Bordet, la multisectorial por los humedales expuso tres ejes por los que se oponen: “Porque el acuerdo no tiene licencia social; por cuestiones socioambientales de explotación animal; y porque urge cambiar el modelo de desarrollo, para revertir la tragedia ambiental que sufrimos y recuperar así nuestra soberanía económica”.

Socioambientales y de explotación animal, porque los centros industriales, “son focos de propagación de virus y bacterias. La provisión de antivirales y otros medicamentos para engorde, suman razones de alta peligrosidad socioambiental”.

China externaliza esta producción, precisamente porque descubrió un vector de propagación de la llamada Gripe Porcina Africana cuyo potencial pandémica advirtieron hace poco la revista científica PNAS y hasta la OMS: “Según la hoja de ruta oficial, las granjas se levantarán en áreas que puedan aportar 1,5 millones de litros de agua diarios. Otra pauta establecida en el proyecto: la producción intensiva se llevará a cabo en «terreno consolidado no inundable en los últimos 50 años». Es decir: estamos ante una disputa por el agua, escasa para la población humana y la naturaleza actual, la cual sería disputada por una industria con fines económicos de exportación, esencialmente”.

Además, indicaron que es un acuerdo sin licencia social, “cuestionado por decenas de organizaciones socioambientales, profesionales, investigadores y científicos, este acuerdo debe ser cancelado”.

En ese marco, reclaman “cambiar el modelo de desarrollo para revertir la tragedia ambiental que sufrimos y recuperar así la soberanía económica”.

En ese sentido, advirtieron que el Estado provincial entrerriano “no podrá avanzar en la iniciativa de instalar mega granjas porcinas sin la realización, conforme lo determina la Constitución Provincial, de una Evaluación Ambiental Estratégica”.