En una entrevista con una radio uruguaya, cuando le preguntaron por los dichos de Fernández, Macri dijo que prefería no escucharlos y agregó: “Está fuera de sí, está desencajado”.
Ante la insistencia, por si quería escuchar lo que Alberto Fernández dijo sobre su persona, Mauricio Macri apuntó: “Ni hace falta, está fuera de sí, está desencajado”.
Y continuó: “Que el guante blanco, toda esa cosa… Un disparate. Sin palabras. Está fuera de quicio”.
“Es lo mismo que viene diciendo. Lo más patético es que se la ha pasado hablando de la deuda, clarifiquemos un par de cosas: la deuda que tomamos fue para pagar el déficit que nos dejaron. Segundo, el FMI entró a darnos una mano cuando se acabó el crédito para pagar deudas que se vencían, muchas que eran de ellos y la deuda no aumentó desde que entró el Fondo. Nada se fugó, nada de todo lo que dicen. Todo es mentira”.
El ataque de Fernández
Este mediodía Fernández apuntó hoy contra los “ladrones de guante blanco que están dando cátedra de ética y moral por los medios” de comunicación y dijo estar esperando que la Justicia “se dignifique a sí misma” y los llame para “rendir cuenta de lo que han hecho” al gobernar el país, en referencia a la gestión de Mauricio Macri.
“Estoy esperando que un juez llame a esos ladrones de guante blanco y les pida explicaciones por la deuda que tomaron en nombre de la Argentina, para que expliquen los parques eólicos, la estafa al Correo, los peajes. Estoy esperando que la Justicia se dignifique a sí misma y llame a los poderosos a rendir cuentas”, afirmó el Presidente al encabezar un acto en Cañuelas.
Acompañado por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, Fernández encabezó este mediodía el acto de inicio de la “Variante Cañuelas”, que forma parte del proyecto de transformación en autopista de la Ruta Nacional 3, entre Cañuelas y Azul, que demandará una inversión de alrededor de 5.628 millones de pesos.
Se trata de uno de los seis proyectos que formaban parte de la modalidad de contratación de Participación Público-Privada (PPP) que impulsó el Gobierno de Mauricio Macri y que, luego de dos años, solo contaban con una ejecución del 2%.
Con una extensión de 9,59 kilómetros, el nuevo tramo contará con dos carriles por mano de 3,65 metros de ancho, un cantero central de 9,10 metros, y banquinas pavimentadas en ambos lados.
Durante su discurso en el acto, el Presidente recordó que al llegar al Gobierno “el 70 por ciento de las obras públicas estaban paralizadas”.
“Así cualquiera logra déficit 0. Dejando de hacer lo que el Estado tiene que hacer, cualquiera logra el déficit 0″, dijo el mandatario y afirmó que ahora son 5 mil las obras en ejecución en todo el país.
Macri con una semana activa
El lunes, el expresidente encabezó una cumbre de dirigentes del PRO, donde resolvieron tener una postura unificada en proyectos como boleta única, ley de alquileres y Consejo de la Magistratura, un acuerdo que contrasta con la tensión que genera en ese espacio opositor la competencia por definir quién será el candidato presidencial del año próximo.
Con ese clima previo de ebullición, que se profundizó en las últimas semanas con el reaparecido Macri y su creciente protagonismo, los referentes del PRO se reunieron en el restaurante Puerta del Inca, de Bolívar al 300, donde convinieron en seguir de cerca la elaboración del programa económico que se está debatiendo en las usinas de Juntos por el Cambio.
En ese punto, el partido que dirige Patricia Bullrich se muestra cada vez más proclive a aplicar medidas de “shock” neoliberal en un eventual futuro mandato.
Por ejemplo, Macri y Larreta repitieron en los últimos días definiciones de ese tenor, como la necesidad de privatizar o reducir fuertemente la inversión pública en empresas estatales como Aerolíneas Argentinas o YPF, o la conveniencia de arrancar un nuevo gobierno con reformas en la legislación laboral y previsional, siempre que en las próximas elecciones presidenciales se imponga la actual oposición.
Al almuerzo del lunes asistieron Macri, Larreta y su delfín en suelo bonaerense Diego Santilli; como también la exministra de Seguridad Bullrich, la exgobernadora bonaerense y actual diputada por la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; los jefes de los bloques del PRO en Diputados y el Senado, Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni, el diputado Federico Angelini (PRO-Santa Fe), el ministro de Gobierno porteño Jorge Macri y el expresidente provisional del Senado Federico Pinedo, entre otros comensales.
Durante la comida, los presentes felicitaron a sus socios radicales -quienes el viernes último renovaron autoridades de la Convención Nacional del partido- y hablaron de la necesidad de que haya elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) en todo el país, como una manera de dirimir la competencia dentro de JxC por las candidaturas año próximo.