Su figura fue clave para el rearmado agrupacional en Agmer: propios y extraños ven en Pagani un conductor que logra contener a todos.
Cuando se anunció la conformación de la lista Marcha Blanca, en la que confluyen distintas expresiones de Agmer, dijo: «Cada agrupación va a seguir teniendo su vida. Yo soy de la agrupación Celeste, que es una agrupación nacional; hay compañeros de Compromiso; compañeros de Freire; compañeros de la Isauro; los compañeros de la Agrupación Rojo y Negro. Todos seguirán teniendo su identidad y sus propios espacios de debate, y luego sintetizaremos en una mesa política cuáles son todas las visiones. Creo que esto es muy rico y es muy bueno: acá nadie pierde su identidad, nadie deja de pertenecer adonde pertenecía. Lo que hacemos es tener la enorme vocación política de lograr una síntesis que sea lo mejor para nuestros compañeros y compañeras. Ese es el objetivo, ese es el norte. Acá no hay especulaciones personales, no hay especulaciones electorales. Nadie hace esta alianza porque imaginaba que podía perder en las próximas elecciones. Esto tiene que ver con algo mucho más profundo, construido desde hace cuatro años, en los que no se ha visto internismo dentro de nuestro sindicato, que lo tenemos, pero que no son como supieron ser en años anteriores».