La primera estación de Basavilbaso (1887–1921):

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Basavilbaso. La historia urbana de la ciudad empezó al borde de un andén. El 30 de junio de 1887 pasó el primer tren del Ferrocarril Central Entrerriano (FCCE) por la primitiva Estación Gobernador Basavilbaso, fecha que se reconoce como el hito fundacional del pueblo que crecería a su alrededor. Aquella parada, levantada en el km 222,445 de la línea Paraná–Concepción del Uruguay, fue el núcleo desde el cual se trazaron caminos, viviendas e instituciones.

Durante las décadas siguientes, Basavilbaso se consolidó como nudo ferroviario: en 1890 se habilitaron los ramales hacia Villaguay y Gualeguaychú, y el cruce local adoptó el característico sistema de empalmes que articuló la circulación de trenes por la región. Con el crecimiento del tráfico, en 1921 se habilitó la nueva estación —la que hoy identifican los vecinos como la “principal”— y se cerró la estación original, marcando el final de una etapa que se extendió por algo más de tres décadas.

Lejos de perder relevancia, el edificio primitivo continuó prestando servicio con otro rol: se convirtió en la “Oficina de Control” del sistema ferroviario local. Todavía hoy se reconocen en el predio los muros y aberturas de aquella construcción, así como el galpón de cargas anexo, testigos materiales de la primera estación de Basavilbaso.

Con el paso del tiempo y los cambios en la operación ferroviaria, ese sector —conocido popularmente como “Ex Control”— quedó integrado al predio ferroviario municipal. En 2006, mediante escritura pública, la Nación transfirió al Municipio más de ocho hectáreas de terrenos y edificios de la antigua infraestructura, incluidas las dependencias donde funcionaron las oficinas de control, la antigua estación y viviendas; la cesión permitió planificar una nueva vida para ese patrimonio en el corazón de la ciudad.

En los últimos años, el Municipio avanzó en trabajos de acondicionamiento y mejoras de accesos al área del Ex Control, que hoy alberga dependencias municipales —entre ellas Punto Digital— y convive con espacios de memoria como el Galpòn Cultural, Museo Ferroviario, entre otros. La señalización local y las comunicaciones oficiales identifican el edificio del Ex Control en Av. Presidente Perón 398, reforzando su condición de pieza viva del trazado urbano.

Un patrimonio que explica a la ciudad

La primera estación no fue solo un punto de parada: ordenó el territorio, atrajo población y actividad, y dio a Basavilbaso su impronta ferroviaria. Su reciclaje funcional —de estación a Oficina de Control, y de allí a uso cívico-municipal— resume más de un siglo de transformaciones. En el paisaje de hoy, los restos de aquella obra de 1887 dialogan con la actividad cotidiana, recordando que la Capital de los Trenes nació, literalmente, al pie de las vías.

Jorge Kleiman, periodista y secretario de Cultura del municipio de Basavilbaso.