De 20.879.000 puestos de trabajadores que existían en el primer trimestre, se pasó a 17.122.000. Un bajón del 18%, de acuerdo al Informe del INDEC.
Todas las modalidades de trabajo fueron afectadas, pero con mayor fuerza golpearon a los asalariados “en negro” y a los cuentapropistas, también informales.
Por la pandemia, estos 3,75 millones de trabajadores perdieron su trabajo o no pudieron trabajar en el segundo trimestre de este año, durante el período de mayores restricciones a la actividad.
En ese contexto, la desocupación pasó del 10,4% al 13,1%. Hay que retrotraerse al tercer trimestre de 2004 para encontrar una tasa de desempleo similar, como informó el ministerio de Trabajo hace unas semanas.
A su vez, el nivel del empleo se derrumbó 8,8 puntos: del 42,2% al 33,4%. En números similares cayó la población activa: de casi 20 millones a poco más de 16 millones. Esto es así porque casi 4 millones de personas que en el primer trimestre estaban ocupados o desocupados buscando trabajo, no buscaron o no pudieron buscar otra ocupación en el trimestre siguiente.
Por todo esto, la tasa de actividad bajó del 47,1% al 38,4%. Esto explica que el número de desocupados haya crecido apenas en unas 60.000 personas, hasta llegar a 2,1 millón de personas.
En tanto, con relación a un año atrás, el INDEC dice que “en el segundo trimestre de 2020 los puestos de trabajo totales dan cuenta de un descenso de 16,8% respecto al mismo trimestre del año anterior, debido a una variación de los puestos de trabajo asalariados de -12,9%- y una reducción de los puestos de trabajo no asalariados de 28,6%”.
Por las suspensiones y reducción de las jornadas de trabajo, “la caída en horas trabajadas (-34,6%) fue superior a la registrada en los puestos de trabajo, por lo que las horas por puesto de trabajo mostraron una retracción de 21,4% frente al segundo trimestre de 2019”, dice el INDEC.
De los 3.757.000 puestos laborales perdidos, 289.000 correspondieron a asalariados registrados, 1.695.000 a asalariados informales y 1.774.000 a trabajadores por cuenta propia.
Por actividad, por ejemplo, el personal doméstico sufrió una pérdida de casi 600.000 puestos, la construcción casi 400.000 y hoteles y restaurantes 304.000. Por su parte, la baja entre los asalariados registrados es significativa porque estaban prohibidos los despidos y regía la doble indemnización para las cesantías sin causa.
De esta manera, el cuadro laboral del segundo trimestre quedó configurado del siguiente modo:
+ Asalariados registrados: 10.294.000 que se desagrega en 6.801.000 del sector privado y 3.493.000 del sector público.
+ Asalariados no registrados 3.178.000.
+ Trabajadores por cuenta propia 3.649.000.
A pesar de la mayor pérdida de puestos laborales no registrados, el agro, la construcción y servicio doméstico continúan teniendo más personal no declarado que formalizado.
En tanto, los datos del INDEC comparados con los de la Seguridad Social, se desprende que la mitad de los cuentapropistas y autónomos no están registrados,
Los mayores puestos asalariados no registrados se concentran entre el personal doméstico (598.000), el comercio (562.000), construcción (364.000), agricultura y ganadería (510.000), industria manufacturera ( 327.000) servicios sociales y salud privados (177.000), transporte y comunicaciones (165.000), y hoteles y restaurantes (83.000).
El INDEC aclara que el número de puestos de trabajo es mayor al de los ocupados porque “las personas pueden tener más de una fuente de ingresos por concepto de empleo, bien porque trabajan para más de un empleador o, porque además de trabajar para uno o más empleadores, trabajan por cuenta propia”.
Así, “el número de puestos de trabajo en la economía supera al número de personas empleadas en la medida en que algunos asalariados tengan más de una ocupación”, sostiene el organismo.