El faltante de hierro frena la economía

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«El hierro genera psicosis, porque es un precio que sigue al dólar. Es lo que hacemos los corralones: ninguno cierra el día con pesos en la caja, sino que los ponemos en hierro, ladrillos y aluminio. Nunca te vas a dormir un viernes con los pesos», es una de las principales definiciones que se conoció en el último tiempo luego del choque de intereses entre el gobierno nacional y una de las más grandes empresas del país como lo es el Grupo Roca/Techint.
En ese marco, desde el Diario La Calle quisimos conocer la realidad local sobre el faltante de este material en Concepción del Uruguay y como afecta a los herreros.
Luego de dialogar con diferentes trabajadores del sector que hacen pequeños trabajos y buscan los materiales en los corralones, todos manifestaron lo mismo: “Hay fierros que no tienen, bah, ellos dicen que no tienen. Lo que pasa es que como suben todos los días los precios, no te quieren vender”. Ante esta realidad, la solución que encontraron aquellas personas que se la rebuscan es enviar directamente al cliente para que de primera mano vea que no hay y que ellos hagan las largas filas esperando ser atendidos.
“Hoy por hoy te venden lo que quieren, hay semanas que tienen y otras que no, uno pasa y ve como llegan los camiones, pero con la especulación optan por no venderte”, denunciaba uno de los herreros.
Sobre los insumos más difíciles de conseguir se destaca el hierro de 30×20 de 1.6 que es el que más se usa por ejemplo para fabricar rejas, también otro de los complejos de encontrar en el mercado son los fierros lisos como la barra del 10 y del 8.
Una de las estrategias que más utilizan los corralones locales para generar ingresos son ofrecer los hierros que ellos ya no quieren que no suelen ser lo que necesitan los herreros. En esa línea, explicaron: “Capaz vos necesitas un fierro de 30×20 y ellos te venden uno de 40×50 y tenes que llevarlo porque te contratan para hacer una mesa y es lo único que encontras. Te termina quedando las patas más anchas pero bueno todo sirve y uno también necesita comer”.
Ante esta situación, aquellas personas que se dedican a trabajar con fierros encontraron un mercado paralelo el cual les ofrece lo que ellos buscan, pero con una condición, que no haya boleta. Esto genera un pro y un contra automático, el primero es que finalmente después de recorrer los corralones de Concepción del Uruguay consiguen el fierro que les pedían para hacer el trabajo solicitado, sin embargo, el conflicto llega a la hora de demostrar al cliente lo que les salió dado que no tienen una boleta oficial del lugar. Es por eso que optan por enviar directamente al empleador para que lo compre, lo pagué y vea el precio.
“Esto es una cadena, como pasa con el material. Para hacer un disco hablábamos de 600 pesos y de un día para otro hablamos de $1200. Están jugando con la gente”, denuncian los herreros.

A hierro matan
Consultado por LA CALLE un contador público que se desempeña en el Ministerio de Economía dijo el sector de la construcción acumula al menos cuatro meses de alarma por desabastecimiento. Si bien en algunos rubros de materiales de producción local se percibió cierta regularización, hay una baja de stock y una suba de precios generalizada. Pero la reactivación de la obra pública que impulsa el Gobierno para motorizar la actividad, choca con la ambición de los grupos concentrados que dominan el sector, y las motivaciones políticas de sus CEOs.
“La suba de precios de la chapa, el alambre o el hierro es algo que viene sucediendo desde mediados del año pasado. Detrás de esas maniobras está los grandes jugadores del mercado. El Grupo Roca/Techint haciendo de las suyas, presionando los mercados y los precios por vía de la escasez, haciendo fracasar la ideas de reactivación de la construcción”, señaló el profesional.
En ese sentido, añadió: “Hay un aumento de la demanda de materiales para la inversión en ladrillos este momento por la no renta financiera del dólar y otras jugarretas. A la vez el Estado promovió mediante una ley que los ahorros en manos de pequeños ahorristas (dólar debajo del colchón)pueda ser blanqueado o traído al sistema bancario, con una muy reducida carga impositiva si dentro de determinado plazo se aplican a inversiones físicas. Eso está reactivando la inversión urbana menor. Se observa mejoras de inmuebles e inversiones en terrenos. Todo lo cual genera una demanda, pero los mercados monopólicos de materiales desean apropiarse de una renta una extraordinaria. Es la venganza por el Aporte Solidario que le impuso el Gobierno a los grandes empresarios y que se niegan a pagar. En definitiva, es un problema de economía, pero más de política. Nada más y como siempre”.