El Centenario de la Revolución de Mayo en Basavilbaso. Escribe la historiadora Silvina Perez

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El Centenario de la Revolución de Mayo en Basavilbaso. Escribe la historiadora Silvina Perez

 

Mayo nos trae aires de libertad, es el mes en que recordamos hechos históricos que fueron trascendentales en la construcción de nuestra Patria. “La gesta de mayo y la conformación de la Primera Junta de Gobierno” de 1810, constituye un pilar fundamental en nuestro largo camino hacia la construcción y consolidación del estado nacional. El sentimiento de pertenencia al terruño que se vive en cada uno de los rincones de nuestro país nos hermana y nos identifica como un pueblo libre.
Hace 110 años, en 1910 se conmemoraba en nuestro país “EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO” en el marco de una Argentina Moderna, con connotaciones y celebraciones a nivel nacional, en las distintas provincias y ciudades.
Hoy vamos a reconstruir ese festejo en el Basavilbaso del ayer, con motivo del “PRIMER CENTENARIO”.
El historiador Filiberto Reula en su obra “Historia de Entre Ríos. Política, Étnica, Económica, Social, Cultural y Moral” nos dice refiriéndose al costumbrismo hacia principios del siglo XX: “De las fiestas públicas, las que cuentan con mayor adhesión popular y adquieren mayor esplendor, son las celebraciones de las fechas patrias, particularmente el 25 de mayo. Respecto a ésta, las escuelas con la recordación de la Semana de Mayo y los diarios con artículos alusivos, preparan el ambiente popular y en toda la provincia, hasta donde sólo hay una escuelita con su pequeño poblado, se conmemora la fecha con festejos que duran toda la jornada y con la participación de todos los vecinos…Y en la campaña, a la fiesta escolar se agregan carreras de andarivel y de sortija, con jugada de taba y payadas. La celebración del Centenario de Mayo, adquirió un esplendor extraordinario y la adhesión popular fue unánime y fervorosa”1-
En las principales ciudades, como por ejemplo Paraná, se programaron actividades como “saludo al sol naciente con el Himno Nacional, bombas de estruendo y alocución patriótica”, reparto de vales de carne a los pobres, reparto de ropa por la Sociedad de Beneficencia, tedeum, función popular de circo, certámenes literarios, cinematógrafo en la plaza central, gran baile en el Club Social, entre otras.2
Corría el año 1910, por entonces nuestra ciudad era un pequeño poblado denominado “Estación Basavilbaso”, un caserío ubicado próximo a la estación del ferrocarril, punto estratégico que vislumbraba progreso. La formación ferroviaria transitaba diariamente los caminos de acero; la estación era el centro neurálgico por excelencia, y en ocasiones el escenario de convocatorias de eventos especiales.
La autoridad local estaba constituida por el Comisario, dependiente del ejecutivo provincial, existía la figura del alcalde con jurisdicción zonal (ej: alcalde del Gená- con asiento en Villa Mantero) pero hasta el momento los datos hallados son insuficientes. También eran considerados figuras de importancia el jefe de la estación, el encargado de la estafeta postal, el administrador de la Jewish. No se habían levantado templos aún bajo el cielo de Basavilbaso, no había sinagogas y bibliotecas en la pequeña urbe, sí en las colonias judías, pertenecientes a dicha comunidad y distantes del centro urbano. No hay datos de la existencia de clubes deportivos y en materia educativa la Escuela Nº 9 (provincial) era la única del poblado de reciente creación dado el incremento de sus habitantes; el gremio La Fraternidad se conforma con posterioridad, no habiendo otra presencia institucional documentada en la comarca. Debemos tener en cuenta que algunas instituciones judías tuvieron comienzo en la colonia y con posterioridad a la fecha objeto de esta investigación se trasladaron al poblado, dado su desarrollo y expansión como centro ferroviario.
Desde la óptica comercial, un tiempo antes se habían instalado firmas provenientes de Buenos Aires como Adolfo Mantels y Cía dedicada a la venta de implementos agrícolas, la fábrica de manteca “La Central”, Juan y José Drysdale y Cía, destinada a servir de depósito de máquinas agrícolas y repuestos, ya que veían el potencial que tenía la zona y contaban con facilidades y exenciones impositivas para su radicación. En cuanto a pequeños negocios conocidos de la época se encontraba el de Don Ángel Leal, quien tenía un local de peluquería, librería, papelería y venta de cigarrillo; también el almacén de ramos generales de Don Enrique Zingg, un inmigrante suizo alemán comprometido con la sociedad.
¿Cómo se celebró el Centenario de la Revolución de mayo en Basavilbaso?
En la conservación de la memoria colectiva el periodismo ha tenido y tiene un papel fundamental, es una fuente histórica que permite retrotraernos en el tiempo y descubrir distintos aspectos del pasado. “La Juventud”, medio de prensa que se publicaba en Concepción del Uruguay nos permite hoy conocer cómo se vivenciaba a principios del siglo XX un 25 de mayo de antaño.
Basavilbaso no permaneció ajena a esta recordación, se conformó una Comisión Popular de Festejos con vecinos destacados que diagramó diferentes actividades a usanza de la época: salvas, reparto de víveres a los pobres, acto escolar, carne con cuero, juegos infantiles y carreras de sortijas, procesión cívica, picnic en las Ruinas del Calá (ex campamento militar de Urquiza ubicado en Rocamora), baile popular. Dos inauguraciones de relevancia engalanaron la jornada: el edificio de la Escuela Nº 9 “Matías Zapiola” y el Hospital Centenario. Sin lugar a dudas fue un día muy especial, dada la necesidad de contar con dos instituciones claves para un centro de población. La primera lleva el nombre del militar que luchó por la independencia americana junto a San Martín y la segunda imprime en su nombre los 100 años de la revolución.
Las crónicas de la época nos relatan: “En Estación Gobernador Basavilbaso, las fiestas se llevaron a cabo con todo brillo, sumamente concurridas por las principales familias de la sección, iniciándose los festejos con un lunch servido en el buffet de la estación del ferrocarril, la noche del 24. El 25 fue saludado con una salva de 21 bombas, mientras se entonaba el himno de la patria por 150 niños de la Escuela Fiscal. La fiesta escolar a las 8 y ½ fue la demostración de la educación y aventajamiento de los alumnos que la concurren. La carne con cuero servida a las 12 y luego corrida de sortijas, se vieron concurrida por centenares de vecinos. Luego procesión cívica. El pic-nic en las ruinas de Calá fue una de las fiestas más lúcidas, congregándose a la hora de la cita más de 300 personas, haciéndose buena música y bailándose hasta las 3 de la tarde. A las 3 y ½ se inauguró el Hospital de la Sociedad Agrícola Israelita. Con el gran baile, se dio término a los festejos calculándose que el 25 la concurrencia en Basavilbaso no bajaría de 1000 personas”. 3
Hasta el momento son muy escasos los datos de la ceremonia de inauguración de la Escuela N° 9 “Matías Zapiola”, pero a través de “La Juventud” podemos saber el programa y algunos actores sociales que tuvieron participación.
El acto escolar se llevó a cabo en horas de la mañana, comenzando a las 8:30 y finalizando alrededor de las 11 horas. La apertura estuvo a cargo de su director Sr. Luis Pérez, quien pronunció el discurso de inauguración del edificio. Seguidamente la Sra. Francisca Minaglia realizó una clase patriótica, continuando con la interpretación de la Comedia “Tío Mauro” por las alumnas Ana Mossovich, Eva Kersman, Rosa Vanden Broeck y el niño Salvador Ferraté. También engalanaron la jornada los niños Israel Frenkel, Enrique Litvack, quienes realizaron una declamación, siguieron el monólogo por la niña Dora Bianco, lectura patriótica por la niña J. Vanden Broeck, Coro representando la República Argentina por alumnas de la Escuela N°1, Declamación “La Bandera Argentina” por el niño M. Risumtykay*, discurso por la alumna Millman, drama infantil por las alumnas de la Escuela N° 1- interpretación de violín por el alumno D. Bitbol, discurso de las alumnas por la Sta. Pascuala Retamar (ayudante Esc. 9 nombrada por decreto por la Dirección de Enseñanza).-Dicho establecimiento educativo fue creado en octubre de 1908 y dependía del gobierno de la provincia de Entre Ríos en la categorización de Escuelas Rurales; hasta la inauguración de su edificio propio funcionó según las noticias periodísticas de la época en una precaria construcción. El terreno fue obtenido a través de una donación de Jewish.
Ese momento histórico fue inmortalizado en una fotografía en la que se mencionan autoridades locales y vecinos destacados como Marcelino Rodríguez (Jefe de Estación), Enrique Zingg (Comerciante), Pedro Bianco (Constructor), Cipriano Cabanne (Primer Comisario de Basavilbaso), N. Vandembrook (Jefe de Estafeta de Correos), Carlos Guyot (Carpintero). (Ver imagen).

En la misma jornada se inauguró el Hospital “Centenario”, siendo el primer establecimiento sanitario de la comunidad. Se construyó en un terreno propiedad de la Jewish Association Colonization y dependía en sus comienzos de la Sociedad Agrícola Lucienville, la cual aportó el dinero que los colonos debían devolver mediante cuotas anuales, solicitando también un préstamo a la Jewish para tal fin. La primera comisión directiva del Hospital “Centenario”, bajo la supervisión total de la “Sociedad Agrícola” estaba formada por: P. Susman, S. J. Hurvitz, E. Zentner, J Fridlender, M. Tolcachier, Leib Matzkin, A. Apelboim. Con posterioridad pasará a ser una institución autónoma.
Hacia finales de la primera década del siglo XX la Escuela 9 y el Hospital Centenario vinieron a llenar sentidas necesidades del pueblo, la educación, impartida desde la órbita del estado y la atención a la salud. Ambas fueron celebradas con júbilo.
Quienes participaban de los eventos de entonces lo hacían ataviados con sus mejores prendas, era muy usual que los hombres vistieran traje y sombrero, mientras las mujeres utilizaban como moda vestidos y los clásicos paraguas para cubrirse del sol. Los niños y jóvenes usaban pantalones cortos para dar paso luego a la vestimenta de adulto.
Todo el pueblo estaba de festejo y la concurrencia era masiva, constituyendo las fiestas cívicas una convocatoria ineludible, una ocasión que congregaba a toda la población, amalgamando las distintas expresiones culturales de la zona. A la puesta del sol volvían a escucharse las salvas en una clara expresión de que aquel no era un día más, sino una fecha que no podía pasar inadvertida. –

Bibliografía
REULA FILIBERTO “HISTORIA DE ENTRE RÍOS” POLÍTICA, ÉTNICA, ECONÓMICA, SOCIAL, CULTURAL Y MORAL- Tomo II- Editorial Castellví. Soc. Anon. Argentina. Santa Fe. 1969-

HURVITZ S. I. “Colonia Lucienville 37º aniversario de la colonización israelita” Homenaje al Barón Mauricio de Hirsch Con motivo del centenario de su nacimiento (1831)

PERÍODICO LA JUVENTUD- Aniversario de la Independencia, 21 de mayo de 1910. Ecos del Centenario- 31 de mayo de 1910- Concepción del Uruguay-Hemeroteca Museo Municipal Casa del Dr. Delio Panizza

DIARIO LA CALLE. Suplemento Especial. Centenario de Basavilbaso. Concepción del Uruguay- 03 de junio de 1987- Investigación Prof. Mónica L. Salomón.
*apellido posiblemente cambiado por el corresponsal del periódico-
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Basavilbaso, 24 de mayo de 2020