Como serà el el transporte en medio de la pandemia.

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“No tendremos transporte de larga distancia igual al que teníamos antes de la pandemia”, reconoció Diego Giuliano en una charla con EL DIARIO. Destacó el carácter federal de la decisión anunciada, en la que cada gobierno provincial tendrá un rol clave en su ejecución. El funcionario nacional también se refirió a la reapertura de la delegación Paraná de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.

 

ALEJANDRA SÁNCHEZ / asanchez@eldiario.com.ar

En la semana que pasó el ministro de Transporte de la Nación anunció el retorno de los vuelos y los viajes de larga distancia en colectivo en principio para una demanda restringida a trabajadores esenciales, exceptuados, y a quienes debieran viajar por razones de fuerza mayor: cuestiones de salud, de protección o atención de personas mayores, discapacitados, enfermos, niños, niñas, adolescentes. El anuncio desató diversas reacciones y reactivó organismos cuya función estaba aletargada por la cuarentena misma. Es el caso de la Comisión Nacional que regula el transporte terrestre, automotor y ferroviario de carga y pasajeros.

La rehabilitación de los viajes de larga distancia “nos impacta porque estuvo suspendido por muchos meses y hoy se abre una ventana que tiene que ver con una restauración parcial de este servicio”, dijo el subdirector de la Comisión nacional, Diego Giuliano, a EL DIARIO. Dado las restricciones en el pasaje confirmó que se trata de “una reanudación parcial del servicio”, aunque en función de las facultades jurisdiccionales puede haber variantes. “Nosotros somos quienes hemos coordinado”, dijo el funcionario nacional.

–Luego del anuncio oficial, los empresarios señalaron la imposibilidad de restaurar el servicio con un pasaje acotado y las dificultades para transitar con municipios y provincias que restringen la circulación. ¿Cómo fue pensada la medida?

–Esta es una pandemia que afecta fuertemente no solo a las empresas del transporte sino a sus trabajadores y a los usuarios, los pasajeros. Es una crisis que está fundada en una pandemia universal que además tiene en la Argentina distintas velocidades en cuanto a las curvas de contagio y en cuanto a la resistencia de los sistemas sanitarios para abordar los casos críticos. Entonces, es completamente entendible que la reapertura signifique superar algunos obstáculos que tienen que ver no sólo con restaurar los servicios de larga distancia, sino también todo lo que son las terminales de ómnibus y los servicios asociados a esta modalidad de transporte. Está el decreto presidencial que establece una necesidad de acuerdo federal y segmentado por provincia o por jurisdicción. La reanudación del servicio no fue una decisión vertical, sino completamente horizontal, hay una autorización nacional para poder restablecer estos servicios de larga distancia. La razón es que hace varios meses, hay muchas personas que siendo exceptuados o trabajadores esenciales, ante situaciones de fuerza mayor no pueden acceder a un auto particular o a un auto de alquiler para poder cumplir con esta funciones o actividades. La autorización global es para que estos servicios se restauren; ahora, la horizontalidad de la decisión tiene que ver con que cada provincia, en base a su fisonomía, a su particularidad en materia de contagios y de situación del sistema sanitario puede decidir si abre o no el servicio de larga distancia ya sea como origen o como destino. Por tanto es una decisión de cada gobierno provincial, es una decisión federal. Lamentablemente, el federalismo argentino está en los papeles durante mucho tiempo de la historia y no ha tenido una eficacia, una ejecución práctica, y siempre lo reclamamos desde cada una de nuestras provincias. Hoy la decisión del Poder Ejecutivo Nacional es de práctica federal.

HORIZONTALIDAD.

–¿Debido a las dispares realidades por un abanico de disposiciones locales y provinciales, al anuncio no podría terminar siendo inviable?

–No hay otra solución posible, vivimos en un país federal y en este tema como en casi todos, pero fundamentalmente en éste, vinculado a la salud, no podemos apelar a decisiones verticalistas porque no son solamente impracticables en algunos casos, sino dañinas. En este caso, la horizontalidad de la decisión tiene que ver también con esta variedad de situaciones que se dan en el país. Argentina es un país muy grande y tiene distintas velocidades en cuanto a los contagios. Hay lugares con curvas amesetadas y en descenso y otros, con situaciones críticas. Por lo tanto, vamos a tener que ponernos de acuerdo secuencialmente porque lo que hoy puede ser una solución viable para una vinculación interprovincial, mañana puede no serlo. Estamos en una situación inédita en cuanto a la pandemia y tenemos que tener respuestas superadoras.

–¿Desde la CNRT se generarán o ya existen espacios con las provincias para brindar asesoramiento o hacer aportes para la toma de decisiones?

–La decisión del Presidente y del ministro (de Transporte) Meoni siempre ha sido “manda la salud”. La frase es contundente. Por eso cada vez que trabajamos en la confección de un protocolo, lo hacemos bajo la supervisión o con el protagonismo del Ministerio de Salud que es el que define medidas y termina siendo la última palabra en estos temas. Luego están también las jurisdicciones de cada provincia que tienen sus propios análisis, estadísticas. Por lo tanto, hay una parte que tiene que ver específicamente con la salud y otra, con la operatividad de un sistema de transporte que no va a ser el mismo, no vamos a tener un servicio de transporte de larga distancia igual al que teníamos antes de la pandemia.

NIVELES.

–¿Las provincias tienen facultades para establecer otras condiciones en la rehabilitación del transporte en este contexto, por ejemplo el universo de pasajeros habilitados para viajar?

–Hay diferentes niveles: el servicio de transporte interjurisdiccional, que une provincias y regiones, está regulado por la Comisión nacional que regula el transporte. Ahí hay pautas ya establecidas que tienen que ver por ejemplo, con la capacidad de los micros, o con la capacidad del sistema ferroviario. Digo que no vamos a volver al mismo sistema porque los servicios no tendrán una ocupación del 100%, sino que depende del tipo de unidad que se trata: un coche del sistema ferroviario va al 60%; una unidad del transporte automotor puede ir del 60 hasta el 80% de acuerdo con que sea un coche semicama, cama o de los servicios ejecutivos en los que hay un mayor distanciamiento por la propia configuración de la unidad. Esta diversidad en la oferta también hay que tenerla en cuenta. El objetivo es que las personas que estando exceptuadas hasta ahora no pudieron viajar puedan hacerlo a través del transporte público. La autorización la tiene que otorgar necesariamente la jurisdicción provincial que recibe o que emite pasajeros y luego están los protocolos que elaboramos nosotros en la CNRT.

–¿Cómo y quién regula las condiciones para servicios de transporte que no salen de la jurisdicción provincial?

–Cada una de las provincias tiene los servicios provinciales y los servicios urbanos regulados internamente. El servicio de transporte urbano de pasajeros tiene su propia normativa y está funcionando en esta nueva normalidad. Los servicios internos que nos salen de la provincia o servicios urbanos que no salen de las ciudades o interurbanos que no salen de la región, son competencias provinciales. La CNRT tiene competencia sobre el AMBA por la intervinculación entre la Ciudad Autónoma y la provincia de Buenos Aires. Observamos que ha habido una disminución del transporte urbano y que la ocupación no excede del 35% en todo el país con algunas variaciones, aún estando plenamente autorizado el sistema.

–Guarda relación con los empleos que aún no se han restablecido en los lugares donde se desarrollaban.

–El transporte es la consecuencia de la actividad económica y de la movilidad de la sociedad. Cuando eso se restringe, en este caso con los aislamientos y además, por el propio temor de la población frente a la pandemia, el transporte obviamente muestra la consecuencia de esas situaciones.

Cuidar a través de los protocolos

La Comisión Nacional se está preparando para la aplicación de los protocolos que comprenden una serie de aspectos, algunos de los cuales fueron comentados por Giuliano.

El protocolo sigue el trayecto completo de un viaje de larga distancia desde el momento en que la persona llega a la terminal de ómnibus o previo, si la persona tiene que sacar el pasaje. Se pretende que preferentemente todo lo que significa la obtención del pasaje sea por vía electrónica a efectos de evitar la manipulación, el contacto. El ticket electrónico ya estaba autorizado por la CNRT. En las terminales de ómnibus se tomará la temperatura a los pasajeros.

También se decidió la supresión de algunos servicios que se daban en viajes de larga distancia, comidas, mantas, almohadas, se restringirán. En consecuencia, la recomendación será que el pasajero lleve su propio alimento y también un kit sanitario. En el transporte deberá haber o alcohol en las distintas formas de presentación.

Los trabajadores del transporte deben ser personas que no estén comprendidas dentro de los grupos de riesgo. Se garantizará una separación de los pasajeros respecto del chofer, porque uno de los objetivos es cuidar al trabajador del transporte que es su medio de vida. En tanto, el distanciamiento dentro de la unidad estará vinculado a la ocupación.

Otros aspectos a cuidar serán la desinfección previa y posterior del micro así como el sistema de ventilación cuando no pueda realizarse la apertura de las ventanillas. Los sistemas de aire acondicionado deberán tomar aire del exterior, 20 renovaciones de aire es lo que se está planteando, de modo de garantizar que no haya aire viciado.

Política de descentralización

La Comisión Nacional de Regulación del Transporte está transitando sus propios cambios organizativos. “Ingresamos a un organismo que tenía una fuerte centralización en la ciudad de Buenos Aires; una marcadísima centralización en personal y gestión”, explicó el subdirector del organismo, Diego Giuliano.

El funcionario santafesino, oriundo de Rosario, comentó que “el primer planteo ha sido la descentralización de la comisión que regula el transporte que es un hecho federal, por lo tanto hemos creado nuevas delegaciones en el país, que nos puedan permitir esa proyección”.

En ese marco de decisiones, se refirió a “una reconfiguración del organismo” y en particular a “la reapertura de la delegación Paraná que había sido cerrada. Estamos restaurando su funcionamiento, a cargo de Katherina Stickel, y mantenemos Concepción del Uruguay como otro centro de control”, informó. “Estamos tratando de ampliar la cobertura de una comisión que hoy no solamente tiene que ocuparse de la seguridad estricta de los vehículos o de la protección de los pasajeros, sino que también tiene que ocuparse en controles vinculados con aspectos sanitarios y con el cumplimiento de protocolos sanitarios”, trasmitió el funcionario.

A propósito de responsabilidades, el subdirector de la CNRT reflexionó: “Hoy tenemos que ver con la lente de la pandemia que nos obliga en primer lugar a algo distinto de lo que hacíamos antes, cuando nuestro esfuerzo mayor era subir personas al transporte público de pasajeros, que hubiera más transporte público con mejores condiciones. Hoy, estamos tratando que los servicios se reanuden, que los ciudadanos tengamos posibilidad de trasladarnos pero en condiciones sanitarias y en el marco de una pandemia respecto de la cual las recomendaciones son distanciamiento e higiene. Obviamente, estamos haciendo un esfuerzo grande para que el transporte público sea eso: transporte público de pasajeros y no vehículo de contagios”, concluyó Giuliano.