Basavilbaso en 1914

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William Henry Koebel (1872-1923), escritor y empresario inglés, publicó en 1914 el libro “Argentina past and present”, donde dedicó pasajes a la provincia de Entre Ríos y a la entonces joven ciudad de Basavilbaso.
Sobre la localidad escribió:
“Basavilbaso ofrece otro ejemplo de ciudad argentina progresista. Es cierto que el lugar aún está en sus inicios. Pero es una ciudad próspera, creciendo a una velocidad que probablemente terminará con una prosaica reducción de su nombre, que es un nombre poco manejable, por conveniencia comercial… ¡No hay razón para que, con el tiempo, Basavilbaso no alcance un estatus que le permita ser bautizada como B.B., pura y simplemente!”
En su relato destacó el desarrollo ferroviario:
“Hace unos años, seis trenes de pasajeros al día constituían la asignación de locomotoras de Basavilbaso. Ahora llegan no menos de veintiséis diariamente desde el norte, este, sur y oeste; pues las cuatro líneas que se extienden desde el cruce parten, en primer lugar, casi exactamente a los cuatro puntos cardinales. Con la llegada de los trenes de mercancías… Basavilbaso se ha convertido en un lugar concurrido e importante.”
También subrayó la diversidad social que se apreciaba en los andenes:
“Los andenes de Basavilbaso suelen albergar una multitud extrañamente cosmopolita. Además de los viajeros comunes y los peones de pantalones anchos, hay gente que habla ruso y alemán, cuyos rasgos los identifican inequívocamente como judíos… mujeres sureñas con chales, mujeres norteñas con cofias, dos o tres turcos viajeros y un grupo de trabajadores italianos: todos ellos caminan y conversan muy cerca unos de otros.”
Respecto de la colonia judía, Koebel señaló:
“La colonia judía en este vecindario es ahora de gran extensión y abarca un área casi tan grande como un condado inglés promedio… Incluso los edificios poseen una individualidad distintiva, y las paredes de muchos de los ranchos más humildes son de ladrillo rojo; la estructura habitual de juncos solo se aprecia en la paja del techo.”
“La gran mayoría de los colonos proviene de Rusia… Sin embargo, algunos provienen de Alemania Oriental y de otras partes. (…) Sin duda ha justificado su pretensión de ser considerado como agricultor, y como alguien capaz de cultivar trigo, maíz y linaza con lo mejor de la tierra. No es común ver a jóvenes judíos a caballo arreando caballos y ganado, pero la escena es bastante común aquí.”
Finalmente, al continuar su recorrido por el ferrocarril, escribió:
“Saliendo de Basavilbaso, el tren continúa hacia el norte durante un tiempo. En Libaros, la siguiente parada, un enjambre de saltonas se pone en marcha… Urquiza, la siguiente estación, es interesante más por su nombre que por cualquier otra peculiaridad… Argentina honra a su difunto héroe no solo una, sino muchas veces.”
Colaboración de Fabián Berger