La construcción del Hospital Centenario se terminó en 1910, coincidiendo con el Centenario de la Revolución de Mayo, y desde entonces adoptó el nombre que lo acompañaría como legado histórico. Sin embargo, recién en junio de 1911 comenzó a operar como centro asistencial, con consultorios, pabellones, farmacia y sala de operaciones habilitados para atender a todos los vecinos, sin distinción religiosa o social.
Dirigido inicialmente por el doctor Klein, con la asistencia de la señorita Milman Loña, el hospital fue fruto del esfuerzo de la Sociedad Agrícola Israelita —con financiación de su fondo y préstamos aportados— en alianza con la Jewish Colonization Association (JCA), destinada a cubrir necesidades sanitarias reales de una comunidad en expansión. La primera comisión directiva estuvo integrada por Zetner, Friedlander, Tolcachier, Iterman, Kaplán y Embón, vecinos comprometidos que sentaron las bases de la institución.
Hasta el 28 de diciembre de 1962 ofreció atención médica constante, para luego ceder lugar con el paso de los años. El edificio principal fue demolido en 1980, aunque hoy los consultorios externos sobreviven —convertidos en viviendas— como parte del patrimonio histórico de Basavilbaso, ubicados en la esquina de Av. San Martín e Hipólito Yrigoyen.
Más de un siglo después de su nacimiento, el recuerdo del Hospital Centenario sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad, como ejemplo del esfuerzo comunitario y del compromiso solidario que supo marcar una época.
Jorge Kleiman