En sus momentos de esplendor, la Sala de Paño contaba con seis mesas de ruleta, una mesa de punto y banca, una de blackjack, y mesas de póquer caribeño y hold’em. La progresiva eliminación de juegos ha dejado solo cuatro mesas de ruleta en un rincón de lo que alguna vez fue un “animado centro de entretenimiento”, según publicó La Pirámide.
Los participantes de la asamblea expresaron su intención de apelar a las autoridades locales y a diversas instituciones intermedias, incluida la Cámara de Turismo, para que intervengan y defiendan el casino como un atractivo turístico. La idea es movilizar a la sociedad en su conjunto, ya que consideran que la defensa del casino no solo es una cuestión política, sino un compromiso de la comunidad.
Los empleados de Casino Autoconvocados han llegado desde distintas localidades para mostrar su solidaridad con sus colegas de Concepción del Uruguay.


